Los propietarios de coches deportivos como el Chevrolet Corvette o el Camaro quieren destacar, incluso dentro de la comunidad de conductores apasionados. Por lo general, eso significa que recurren a empresas de tuning para modificar sus vehículos.

Y lo más probable es que, lo sepan o no, muchas de las piezas que agregan o cambian en sus vehículos se fabrican en las pequeñas instalaciones de Advanced Composite Specialties en Lachine.

La empresa, propiedad de Joseph Taverna y Kevin Cuthbert, produce piezas de alta calidad para estos automóviles (y más) desde 2003, pero su participación en la industria se remonta aún más atrás.

Los dos trabajaron juntos en las operaciones canadienses de SLP Performance, que suministraba piezas a la planta de General Motors en Boisbriand que fabricaba, entre otros vehículos, el Camaro.

Cuando se cerró la planta de GM en 2002, SLP también cerró su división canadiense, y fue entonces cuando los dos decidieron crear ACS.

“Básicamente, la empresa fabrica componentes RTM (moldeo por transferencia de resina). Fabricamos componentes para la industria automotriz, de transporte o de rotulación”, dijo Taverna, de 37 años.

“Nos especializamos en nichos de mercado automotriz. Ahí es donde realmente destacamos más. La razón es que ofrecemos paneles de alta calidad validados por OEM (fabricante de equipos originales) con un costo de herramientas reducido”.

Taverna, que tiene experiencia en ingeniería mecánica de la École Polytechnique de Montréal, atribuye a Cuthbert, de 55 años y más de 30 años de experiencia en el negocio, el desarrollo de las técnicas que han hecho que ACS tenga tanto éxito.

El proceso, que utiliza prensas de alta potencia y moldes de alta resistencia, combina una estera de fibra de vidrio y resina en piezas sin costuras que pueden servir no solo al mundo del automóvil.

“En el centro de Montreal, encontrará megacolumnas, un montón de columnas verdes a lo largo de René Lévesque (Blvd.) y Ste-Catherine St”, dijo Taverna.

Para la ciudad de Toronto, ACS está fabricando marquesinas para autobuses. Si bien solían estar hechos de aluminio o acero, ACS los convirtió en compuestos, dijo Taverna. "Da un producto más duradero, menos costo y son más resistentes al graffiti o al vandalismo".

Pero ACS depende principalmente del negocio de automoción, especialmente del mercado estadounidense. Y Taverna dice que a pesar de las recientes dificultades económicas al sur de la frontera, los negocios en realidad han aumentado.

"Durante todo el período de recesión, hemos tenido un crecimiento de entre el 10 y el 20 por ciento anual", dijo Taverna. “De hecho, hemos visto un crecimiento en el negocio del tuning. Entonces, aunque las ventas de automóviles estaban cayendo, fuimos testigos de que en los mercados de mayor nivel la gente seguía modificando sus automóviles en lugar de cambiarlos”.

Algunas de las empresas de tuning que suministra ACS incluyen SLP Performance Parts, Lingenfelter, Callaway Cars y Nickey Chicago.

Taverna dice que ACS produce piezas según las especificaciones de sus clientes y también garantiza sus productos. Las tiradas típicas oscilan entre 300 y 1000 unidades por año.

A pesar de esa escala reducida, ACS ayudó a salvar un proyecto importante de uno de los fabricantes de automóviles más grandes de América del Norte cuando suministró capós para el Ford GT.

“Cuando los conocimos, era el Día de Canadá de 2005. Habían producido 200 automóviles y sólo habían entregado unos pocos con una tasa de rechazo del 80 por ciento (para los capós, que se fabricaban internamente en Ford), creo que fue era. Entonces fue un verdadero desastre. Vimos un hangar con más de 200 Ford GT sin capó, simplemente ahí sentados”.

Ford rápidamente les dio las especificaciones y les preguntó qué tan rápido podían entregarlas.

“En un plazo de seis a ocho semanas, les dimos una solución llave en mano y comenzamos a producir piezas. Básicamente salvamos el programa y entregamos todas las piezas con una tasa de éxito del 98 por ciento”.

Y mientras ACS, que emplea a 10 personas, se ha conformado con no atribuirse mucho crédito por su trabajo en el pasado, Taverna y Cuthbert están tratando de cambiar eso con los dos últimos proyectos de la compañía: el Fiat Abarth Cavallino y el VUHL, un ligero mexicano. superdeportivo.

"Nuestra experiencia proviene de los autos potentes", dijo Taverna. “La belleza de estos mercados es que valoran la calidad y el rendimiento. Fiat trajo el mismo perfil de cliente en el que las personas que compraban la marca estaban muy entusiasmadas con ella y querían hacerla especial”.

Lo que hizo ACS fue desarrollar un kit que puede entregarse a distribuidores certificados e instalarse en los modelos Abarth para hacer que los divertidos vehículos italianos destaquen aún más. El kit agrega un alerón trasero grande, un capó modificado, calcomanías y otras partes para darle a los modelos Cavallino una apariencia única.

En Canadá, el único distribuidor donde se puede conseguir un Cavallino es Desmeules Fiat en Laval, mientras que el único distribuidor estadounidense por el momento es Fiat de Chicago. Pero Taverna dice que el plan es presentar la marca a un distribuidor en cada área metropolitana importante de EE. UU., siendo Los Ángeles y Nueva Jersey los siguientes mercados más probables. Toronto es el próximo mercado para Canadá, pero la atención se centra primero en Estados Unidos, dijo Taverna.

Desde 2011, ACS también ha estado involucrado con VUHL, que se presentó recientemente en el Festival de Velocidad de Goodwood en Inglaterra.

Taverna dijo que la compañía se reunió con los ingenieros de VUHL en SEMA, una exhibición de autos sintonizadores, y rápidamente se llegó a un acuerdo para trabajar juntos.

Tras dos años de trabajos de diseño e ingeniería, en abril de este año ACS finalizó todo el utillaje de las piezas del VUHL, siglas de Vehículos Ultraligeros y de Altas Prestaciones.

“El 18 de abril se completó el primer kit de paneles de carrocería y se envió a México. Básicamente ayudamos al cliente yendo a México y montando el primer coche VUHL de producción oficial”.

Impulsado por un motor Ford EcoBoost turboalimentado de 2.0 litros, el VUHL tiene 285 caballos de fuerza y ​​310 libras-pie de torque vinculado a una caja de cambios manual de seis velocidades.

Con los paneles de la carrocería de ACS contribuyendo a su peso ligero (725 kilogramos), el VUHL puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y tiene una velocidad máxima de 245 km/h.

Con el proyecto VUHL en su haber, Taverna dijo que ACS ahora está considerando la expansión internacional.

"Queremos utilizar VUHL para llegar al mercado internacional de la construcción de carrocerías", dijo Taverna, añadiendo que con la planta funcionando a sólo el 60 por ciento de su capacidad, hay mucho espacio para crecer.

Crédito: Kevin Mio